Cambio de paradigma de la Energía Descentralizada

El sistema eléctrico se construyó partiendo de una premisa de diseño: la energía debe fluir de forma unidireccional por las redes de transporte y distribución desde grandes plantas de generación hasta el cliente que la consume.

En un escenario de alta integración de fuentes renovables intermitentes, el sector necesita reimaginar el sistema eléctrico para asegurar la estabilidad y resiliencia de la red.  Dado su coste relativamente bajo y su naturaleza renovable, los recursos energéticos distribuidos (RED) representan una potencial solución para abordar el reto de descarbonización de la economía.  En ese cambio de paradigma, los prosumidores -así llamados porque producen y consumen energía – ya no son sólo una fuente de demanda que hay que satisfacer, sino un miembro activo del sistema que participan desde sus hogares y empresas en aportar flexibilidad al sistema mediante sus instalaciones de autoconsumo solar, baterías, vehículos eléctricos y sistemas inteligentes de climatización. De acuerdo con un estudio de CE Delft se estima en 2050 el 83% de los hogares europeos serán prosumidores, así mismo la Comisión Europea calcula que en 2030 las comunidades energéticas representen el 21% de la capacidad solar instalada.

En un entorno cada vez más cercano, el sector energético debe adaptarse rápidamente para desarrollar un mercado energético dinámico, integrado y distribuido en los que los RED desempeñan un papel clave en la transición energética.  El cambio tecnológico, en particular la aparición de tecnologías digitales (5G, Blockchain, IoT, …) potenciadas con inteligencia artificial, crean nuevas oportunidades de negocio para rediseñar la forma en que compramos, transportamos y vendemos energía, a la vez que adoptamos nuevos modelos de relación tanto peer-to-peer como multilaterales.